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En la siguiente angiotomografía de coronarias en secuencia MIP el corazón se proyecta como una figura viva, evocando la silueta de una hormiga en plena marcha. Su trayecto firme, acompañado de dos ramas delgadas que emergen simétricamente como antenas, le confiere una apariencia casi insectoide correspondiendo a las arterias coronarias, especialmente la arteria descendente anterior con la presencia de placas de ateroma calcificadas que confiere la forma de una antena segmentada. Así como la hormiga recorre laberintos invisibles con precisión instintiva, esta coronaria se desplaza por el miocardio con propósito vital, explorando su entorno y trazando caminos que sustentan la vida.