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En la siguiente tomografía cardíaca en vista de realidad virtual cristal en un corte de 2 cámaras, el corazón aparece suspendido en un entorno oscuro dado la presencia de una auriculomegalia severa, aunque vibrante en tonos púrpura y neón, con coronarias que se extienden como tentáculos ondulantes las cuáles tienen un origen anómalo. Este patrón nos recuerda a las medusas bioluminiscentes que habitan las profundidades marinas, criaturas que laten y se contraen con una cadencia propia, como un corazón flotante en el abismo oceánico. Así como ellas iluminan la oscuridad, este corazón parece brillar con vida en medio del vacío.